Si bien las visitas anuales al ginecólogo son de vital importancia para todas las mujeres en edad reproductiva, ya que así se puede evitar problemas de salud o detectar tempranamente enfermedades, en la práctica son pocas las que siguen este consejo.
Por lo general, las mujeres se acercan al especialista sólo cuando detectan algún padecimiento, pero no de manera preventiva.
“los controles ginecológicos deben ser anuales a partir de la primera relación sexual”.
Es sabido que el control muchas veces es la única manera de detectar tempranamente enfermedades como el cáncer de cuello de útero, cáncer de ovarios, cáncer de mama y cáncer de vulva, entre otras patologías, que si son tomadas de manera precoz, se cuenta con muchas más chances de vencerlas“.
Exámenes anuales
Estos son los estudios que toda mujer debería hacerse una vez al año, de acuerdo con la indicación de su médico ginecólogo:
* Papanicolaou: su nombre médico es “citología vaginal”. Se realiza para diagnosticar el cáncer cérvicouterino. Se trata de un examen citológico en el que se toman muestras de células epiteliales, en la zona de transición del cuello uterino, en busca de atipias celulares que orienten a la presencia de una posible neoplasia de cuello uterino.
* Ecografía transvaginal: es una técnica de alta resolución para evaluar el útero, en especial el endometrio y los ovarios.
* Mamografía: es un tipo especial de radiografía de las mamas. Las mamografías pueden mostrar tumores mucho antes de que tengan un tamaño suficiente para que el paciente o médico puedan percibirlos. Gómez aclaró que la mamografía anual sólo se recomienda desde los 40 años, comenzando más temprano únicamente en mujeres con historia familiar directa de cáncer de mama.
“A veces, los distintos tipos de cánceres desatan síntomas, pero también es cierto que muchas veces no, por lo que el control ginecológico es sumamente importante.